sábado, 17 de noviembre de 2018

El desarrollo hacia el Kabuki Edo y la modernización del teatro


Tras los primeros pasos del Kabuki, su origen con Okuni y posterior evolución al Kabuki de hombres que sienta las bases para el Kabuki tal y como se conoce en la actualidad, comienza una segunda etapa del Kabuki de Edo. Esta forma teatral alcanzará su madurez a lo largo del periodo conocido como Genroku. Técnicamente se habla de una duración de 16 años que va desde 1688 a 1703. Sin embargo, desde el punto de vista del desarrollo artístico y social, se puede abarcar como Genroku el espacio de tiempo entre 1673 y 1735. La época de esplendor cultural durante el shogunato de Tokugawa, cuando el Kabuki alcanza su forma definitiva, compitiendo con el teatro de marionetas, el Bunraku.

Durante la etapa de Genroku y en concreto a mediados del siglo XVIII, el teatro de marionetas o Bunraku, se encuentra en auge como forma teatral preferida por el público. Esto no quiere decir que el Kabuki desaparezca, sino que queda relegado a un segundo plano, aunque no por mucho tiempo. A partir de la segunda mitad del siglo, el Kabuki consigue ponerse al frente como el teatro más popular entre el público, gracias a la absorción de elementos propios del Bunraku (composición de obras, producción y musicalidad).

El asentamiento del Kabuki como tal, se da gracias al desarrollo de los aspectos que hoy día se consideran propios de esta manifestación teatral. Gracias a la influencia del Bunraku en cuanto a su musicalidad, se introduce el shamisen (instrumento de tres cuerdas a modo de laúd), obtiene como resultado una mayor elaboración de la música, pero también de las danzas que formaban parte de las obras. En el teatro propiamente dicho, se mejora el denominado escenario giratorio y se establece el doble hanamichi, para aquellas obras que lo necesiten. Este último aspecto consiste en la presencia del hanamichi izquierdo fijo (de mayores dimensiones), y el añadido de una segunda plataforma de menores dimensiones que no es fija. En cuanto a la actuación teatral, se asienta finalmente el aragoto gracias a la contribución del actor Ichikawa Danjūrō. Se trata de un tipo de escenificación que se caracteriza por la exageración tanto en la forma de hablar, los movimientos, como en el maquillaje del personaje. Por último, hablar de la evolución de los roles del teatro en esta etapa. En sus inicios las actuaciones de Kabuki de Okuni y su grupo se basaban en obras de tres personajes (personaje masculino, personaje femenino, cómico). Estos tres papeles darán paso a los ocho roles básicos, que son: el héroe, el villano, el personaje femenino, personaje de contraste, hombre mayor, mujer mayor, el joven y un niño. Con el paso del tiempo se crearán varias subdivisiones de estos ocho roles, que en sí mismos son independientes y cada uno cuenta con un tipo de maquillaje y vestuario simbólico propio.


Representación de la obra Shibaraku, a mediados del siglo XIX. 


El Kabuki en la etapa Meiji

Con la llegada de la Restauración Meiji en 1868, que supuso la disolución del feudalismo, el fin del régimen militar del shogunato, la vuelta al poder del emperador y la apertura del país al exterior, llega el deseo por adaptar la influencia occidental. Esto lleva a la “occidentalización” del arte japonés como queda bien reflejado en los edificios del momento, que toman la arquitectura contemporánea occidental y la aplican en el ámbito del país nipón. El gran impacto de la cultura occidental, llegará también al Kabuki aunque quizás en menor medida que en otros ámbitos artísticos. Los principales aspectos que se van a adaptar, son los asientos de teatro, ya que con anterioridad el público se sentaba en el suelo de tatami, la introducción de la luz eléctrica y la mecanización de los aparatos utilizados en el teatro. Sin embargo, el Kabuki como forma teatral no gustaba al gobierno, ya que para un país moderno del siglo XIX era una manifestación arcaica. Hubo por lo tanto un intento de cambiar profundamente este espectáculo para adaptarlo a los nuevos tiempos, por iniciativa del Grupo de Reforma Teatral. Para la modernización del Kabuki se establece que era necesario crear nuevas obras que tratarán hechos históricos que subieran la moral del ciudadano, eliminar los onnagatas y volver a integrar actrices femeninas, y por último debía adaptar una gestión que siguiera el modelo europeo. Ante la dificultad de cambiar el Kabuki, acaba surgiendo una nueva forma de teatro más en la línea del teatro occidental contemporáneo, que es el Shinsei Shimpa. Esta nueva forma artística se diferencia del Kabuki por la ausencia de la recitación jōruri, el uso de efectos de sonido realistas, deja de lado el acompañamiento musical de la pequeña orchestra lateral, las actuaciones dejan de ser exageradas, las obras tratan sobre la clase media, y el papel femenino podía ser ejecutado por un hombre o una mujer. En todo caso fue un paso hacia el teatro moderno propiamente dicho, que sirvió como puente entre el Kabuki tradicional y el teatro actual. Por lo tanto, se convierte en una forma de teatro “clásico”, resultado de más de 300 años de historia y la mezcla de influencias artísticas y teatrales diversas.


El Kabuki pervive como una de las últimas manifestaciones de teatro tradicional, que ha sido inscrito en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2008 como obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad.











martes, 6 de noviembre de 2018

El Kabuki y sus origenes

¿Qué es el Kabuki?

El Kabuki es una forma teatral tradicional de Japón, que surgió a principios del siglo XVII, coincidiendo con la época Edo (1615 – 1868). Esta etapa histórica del país nipón se caracteriza principalmente por el cierre del mismo, hasta su apertura durante la época Meiji. Será en esta etapa que nos ocupa, cuando la capital pasa de Kioto a Edo, el germen de la actual Tokio.

La palabra Kabuki, está compuesta por tres ideogramas que son: “cantar” que se refleja en ka (歌), bu (舞) que significa “bailar”, y por último ki (伎) que viene a representar la idea de “habilidad”. Por ello es común referirse al Kabuki como “el arte de cantar y bailar”. En sus inicios se utilizó la raíz china kabu, compuesta por ka y bu (cantar y bailar), a la cual se añadió el su japonés, que se traduce en “hacer”, siendo el resultado de todo ello, la palabra kabusu que se refería al acto de cantar y bailar. Sin embargo, lo más común fue el uso de un término de connotaciones más negativas y vulgares, el término kabuku, que sigue tomando la raíz china de la palabra pero añade al final el ideograma para ku, que venía a referirse a algo “degenerado” o “fuera de lo común”. Este último término, totalmente obsoleto en la actualidad, acabó siendo sustituido por kabuki, cambiando el ku por ki, que añade la idea de “habilidad” antes mencionada. Dentro de la etimología es interesante mencionar, que el ideograma para ki se componía en su primera parte del carácter que definía el término “mujer” que posteriormente es cambiado a “persona”.


Los orígenes del Kabuki

El precedente del Kabuki se encuentra en las danzas budistas laicas practicadas por mujeres. La primera referencia documentada, aparece en 1586 con las actuaciones de una mujer, llamada Okuni. Esta mujer, que decía pertenecer al gran templo de Izumo, ejecutaba esos bailes devocionales a las orillas del río Kamo de Kioto. Sus actuaciones comenzaban con esos bailes religiosos que llevaba a cabo como si de un ritual se tratara, aunque a medida que transcurría su actuación iba añadiendo elementos eróticos que se alejaban totalmente de ese carácter devocional inicial. La gran creatividad detrás de Okuni lleva a su gran éxito, que hace crecer sin parar su audiencia. Esta demanda del público tiene como consecuencia que ella empiece a incrementar sus repertorios, añadiendo no sólo números de baile sino también elementos propios del teatro . A su vez, la originalidad de Okuni para la elaboración de sus obras atrajo a muchas más personas que provenían del mundo del espectáculo. Estas comenzaron a formar un grupo entorno a Okuni, pronto se unirían también escritores de Kyōgen, que eran unos interludios cómicos que se realizaban dentro del teatro . Con el impulso de la unión al grupo  de los escritores de Kyōgen, deciden adaptar otro elemento del , que es el acompañamiento musical por los tambores y las flautas. Las actuaciones de Okuni empiezan a hacerse más complicadas y elaboradas, dando paso a obras teatrales cortas, que finalizaban con una especie de danza de cierre en el que intervenían todos, pero también participaba el propio público.

El incremento del público y el gran éxito que supusieron las obras de Okuni, los obliga a utilizar escenarios mayores, un hecho que los hará actuar en los del . El prestigio que supuso utilizar estos espacios hace que Okuni y sus seguidores adopten títulos de rango (tayu, kami, jo) que les va a permitir presentar sus obras, en el ámbito de las clases sociales de mayor nobleza. Sin embargo, su éxito no se detiene aquí, incluso los teatros  empezaron a quedar pequeños. Por otro lado, el gran número de espectadores que asistían a estas actuaciones, trajo consigo el conflicto social entre integrantes de procedencias distintas. Aún estando prohibida la mezcla de los distintos estratos sociales (plebe con nobles y guerreros), llegaría a ser inevitable. Surge entonces, la necesidad de crear una especie de cabinas cerradas, para preservar la intimidad de las clases más nobles, lo cual resulta ser el primer paso de la elaboración de un teatro cubierto, propio para el Kabuki.

Representación de Okuni y su grupo en el teatro No de Kitano en 1603.

La siguiente fase dentro del Kabuki, se da tras el fallecimiento de Okuni, que está datada entorno a 1610. Después de su muerte, surgen muchas imitaciones de sus actuaciones, que se conocen bajo el nombre de Kabuki de mujeres (Onna Kabuki) aunque los hombres seguían formando parte de estos espectáculos, el foco principal eran las mujeres. En 1629 esta forma del Kabuki fue prohibido por el shogunato de Tokugawa, ya que con el paso del tiempo se fue mezclando con la prostitución de las propias actrices. Cuando se prohíbe éste, surge el Kabuki de los jóvenes masculinos (Wakashu Kabuki), en el cual se sustituyen las mujeres por jóvenes actores. La gran sensualidad presente en las obras, hizo que se relacionaran íntimamente con la homosexualidad. El peligro moral que supuso esta nueva forma del Kabuki desde el punto de vista del gobierno, hizo que de nuevo se prohibiera en el año 1651. Un año después, gracias al gran éxito de éste teatro, que aunaba a todas las clases, el Kabuki vuelve a ser oficialmente aceptado por el gobierno bajo dos condiciones. La primera de las dos condiciones preveía que los jóvenes actores debían de cortarse el fleco/flequillo para dar a entender que eran hombres y no chicos jóvenes, y en segundo lugar se tenía que excluir la sensualidad en las actuaciones. Este nuevo planteamiento del Kabuki (“Kabuki de hombres”), es la base del que conocemos hoy en día.

Las condiciones impuestas por el gobierno llevan al desarrollo de actuaciones y decorados realistas, presentándose en 1664 por primera vez obras compuestas por varios actos. Las infraestructuras relacionadas con el teatro se empiezan a mejorar, alejándose cada vez más de la influencia del teatro , para finalmente dar paso a un escenario apto para el Kabuki. Es ahora, cuando se introducen dos elementos nuevos, el telón clásico del Kabuki que se abre de forma lateral, y el Hanamichi izquierdo que pasaba por entre la audiencia.  Además se empiezan a establecer los tipos de actuación propios del Kabuki que son: el estilo suave o wagoto, el estilo duro o aragoto, y por último el onnagata que se refiere al actor que encarna los papeles femeninos (no hay que olvidar que se prohibió la actuación de mujeres). En todo caso, el Kabuki se irá consolidando poco a poco.



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